No es ninguna novedad decir que el parque automovilístico español, cada vez está mas envejecido, y con los datos del último año, la media de antigüedad está en 13 años y medio. Pero hay más de 16 millones de vehículos que ya tienen más de 15 años, y representan casi el 45% del total. Pero si tenemos en cuenta los que tienen al menos 10 años, la cifra llega a los 23 millones de vehículos.
Y es relevante decir también, que casi el 65% de los que circulan, no tienen etiqueta medioambiental, o como mucho llevan la “B”. Y por cada coche nuevo, se venden 1,5 de más de 10 años, con lo que de momento no se esperan cambios que favorezcan el rejuvenecimiento del parque automotor.
Y como se sabe, los años no vienen solos, así que además del problema de contaminación, está la seguridad, porque en los últimos años se ha triplicado el protagonismo de los coches de mas de 15 años en accidentes mortales, y también con heridos graves.
Seguramente tiene algo que ver que 4 de cada 10 vehículos que debían pasar la ITV el año pasado, no cumplieron con su deber. Y de los que sí lo hicieron, la mitad presentó defectos en la 1a inspección, y un 20% tenían deficiencias graves o muy graves.
Obviamente todo ésto del envejecimiento del parque automotor de nuestro país no ocurre por un único motivo… las razones son varias, y ya sabemos por ejemplo lo de los microchips que han retrasado mucho las entregas de vehículos nuevos, sumado a los cambios de motorizaciones, aumento de precios de los combustibles, y para completar el cóctel explosivo, tenemos un cierto grado de incertidumbre en cuanto a la tecnología, materias primas y algún otro asunto, que sumado a la inflación -con todo lo que esta conlleva-, redondean un escenario de evidente coyuntura negativa, que no está ayudando en nada, a mejorar las cosas.
Y acabo de mencionar “incertidumbre” porque mas de un comprador hoy no tiene claro si debe comprar un diesel, un gasolina, un híbrido, un eléctrico enchufable, investigar el hidrógeno, gas, o directamente esperar por si la realidad supera la ficción y como en otras ocasiones, entremos en un escenario en el que aparece aquello de “ donde dije digo, digo diego”, porque ya está ocurriendo en mas de un país con las cuestiones energéticas, que sabemos ahora mismo es un campo absolutamente revolucionado y no para bien.
Y cuando las cosas están revolucionadas para mal, salen a luz contradicciones, o noticias que aumentan el desconcierto del consumidor, porque por un lado se le dice una cosa, y por otro se le complica la vida.
Y para que se entienda ésto, voy a mencionar rápidamente algunas informaciones recientes. Resulta que hace unos meses El departamente de transporte de Reino dijo que estaba estudiando un sistema para restringir la recarga de coches eléctricos, con cargadores eléctricos OJO! A NIVEL DOMÉSTICO haciendo que dejaran de funcionar automáticamente durante las horas del día con mayor consumo, que serían unas 9 al día. Y se repartirían algunas por la mañana y otras por la tarde-noche. Pero ese tiempo podría extenderse según las necesidades de la red.
El tema parece que todavía no entró en funcionamiento, pero aun no hemos llegado al invierno y es público y notorio que el tema electricidad no ha hecho mas que empeorar en los últimos meses. Así que nadie sabe que ocurrirá cuando el frío haga acto de presencia, y tengamos (en todos los países) que tirar de gas a lo bestia. Un bien que lleva meses amargándonos el 2022, y basta con mencionar lo que se paga por el tope del gas en la factura eléctrica, algo que cada día descubre mas y mas gente.
Pero no me quiero ir por las ramas. Mencionaba al Reino Unido, pero resulta que hace apenas un mes, en la última ola de calor ocurrida en EEUU, más precisamente en el estado de California, hubo una subida importante del consumo eléctrico, y las autoridades pidieron directamente a la gente que tuviera coche eléctrico, que no lo recargara durante el episodio de calor, porque a pesar de ser el estado con la mayor red eléctrica del país, estaba en riesgo de colapsar. Y ésto no es menor, por lo que voy a decir a continuación. .
Resulta que en California hay más de 30 millones de vehículos, y los eléctricos son apenas poco mas de medio millón, y no llegan ni al 2% del parque automotor. Y creo que como se dice “a buen entendedor, pocas palabras”. Porque según estudios realizados por la comisión de energía del Estado de California, si todos los coches que estaban circulando fueran eléctricos, para alimentarlos, necesitarían multiplicar por 5 la producción de electricidad, y equivaldría a poner en funcionamiento 20 nuevas centrales nucleares. Y me parece un dato a tener muy en cuenta, porque si recordamos los números de coches que di en España, lo de California se podría extrapolar perfectamente. Y por éstas latitudes, no me parece que seamos capaces de construir soluciones por 4 duros, ni en un fin de semana largo.
Pero la cosa no queda ahí, porque en el verano que acaba de finalizar, en China también hubo olas de calor, y las autoridades no solo pidieron que no se recargaran las baterías de los coches en determinadas horas del día, sino que fueron un paso mas allá y directamente cortaron la energía a los puntos de carga que creyeron convenientes, según la demanda energética.
Y resulta que hay mas noticias para ésto boletín, porque ahora aparece en escena también Francia, porque su primer ministra con la presentación del plan energético para el invierno que tenemos por delante, y antes la necesidad de ahorrar electricidad, ya ha alertado de que la cosa se puede complicar, y que en momento pico de consumo, estarían estudiando prohibir la recarga de coches eléctricos a nivel doméstico, durante los horarios de mayor demanda, que serían de 8 a 13 y de 18 a 20 hs en días laborables. En resumen, que si ésto es lo que ya se va diciendo en voz alta en cada vez mas países, nos podemos imaginar lo que se calla, porque aquello de lo “políticamente incorrecto”. Así que como dicen “piensa mal y acertarás” porque “la información es poder”.
Pero vamos a seguir adelante con éste asunto de porqué cuesta renovar el parque automotor español, y me quedó pendiente un punto que me parece importante. Es el hecho de que han desaparecido de la oferta, modelos de entrada de baja gama, que eran una opción muy válida para muchísima gente, que hoy no encuentra algo adecuado a sus posibilidades.
Y no voy a hacer un análisis de marcas y modelos porque sería muy tedioso, así que solo voy a mencionar un caso que seguramente sea lo suficientemente representativo de lo que quiero decir. Hasta no hace tanto, FORD ofrecía su modelo Ka+, que por si alguien no lo ubica ahora mismo, no es el pequeñito, el Ka+ es del tamaño de un DACIA SANDERO, y lo podías estrenar por unos 10 mil euros, o incluso menos.
Un coche moderno, e incluso estéticamente con cierto toque SUV, y que por unos euros mas podías conseguir equipado con extras de última tecnología. Pero eso ya no existe en el mercado español, y cualquiera que éstos días se encuentre abocado a la búsqueda de coche nuevo, o incluso en edad de jubilación, sabe que conseguir algo es complicado, los precios están disparados, y ahora mismo diría que el BBB es casi una utopía, porque los vendedores están en ese momento dulce, en el que te dicen “no te duermas”, porque “me lo quitan de las manos”.
La cuestión es que como tantos otros, todo ésta realidad es algo que solo venía leyendo, pero el otro día, estando en el supermercado, aparcó a mi lado un coche bastante pequeño, y la plaza era para eléctrico. Así que la conductora se bajó, y antes de encaminarse hacia la entrada para hacer la compra, lo dejó conectado a la red. Confieso que me me resultó simpático su aspecto, y no voy a dar mayores datos porque no se trata de hacer publicidad de nada, pero no hablo de un vehículo que destaque. Sería perfectamente un 2do o 3er coche en muchas casas pudientes, o el 1ro en los hogares mas sufridos. Eso claro si fuera gasolina, porque la cosa ahora ha cambiado mucho.
Resulta que al llegar a casa lo busqué por internet, le di una mirada a los precios oficiales, y menos mal que fue por simple curiosidad, porque como está la situación del país y el mundo, lo que se está pidiendo por eléctricos incluso pequeños, no creo que resulte atractivo para el común de los que llamamos “ciudadanos de a pie”.
Y ésto me lleva a pensar, si toda ésta movida ecologista a la que le veo todo el sentido del mundo, pero discrepo en cómo se está haciendo la transición, no nos llevará a un escenario en que es peor el remedio que la enfermedad. Porque la industria del automóvil en España según he leído éstos días, representa el 10% del PIB, y da empleo a más de 2 millones de personas. Como lo mencionaba hace poco el presidente de Seat y Cupra, Wayne Griffiths, que también es presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles, quien recientemente solicitaba a empresarios y gobierno, que tomaran decisiones con generosidad y sin cortoplacismo, porque marcarán la industria española del automóvil de la próxima década.
Recordemos que el grupo Volkswagen anunció la inversión de 10,000 millones de euros para impulsar la electrificación en España. Así que su empresa espera que llegue pronto la resolución final del llamado PERTE VEC, el Proyecto Estratégico para la recuperación y transformación económica del Vehículo eléctrico conectado.
Pero no solo Griffiths espera cosas del gobierno para apoyar la nueva industria automotriz, porque también se ha manifestado Francisco J. Riberas, presidente de la Asociación Española de Proveedores de Automoción, que junto con el presidente de Seat coincidían en lo compleja de la situación actual del sector, y la necesidad de utilizar de forma eficiente los fondos europeos Next Generation EU para ganar autonomía tecnológica, conseguir relocalizar empresas estratégicas, y devolver a la industria nacional el peso que tenía hace algún tiempo.
Comentaban asimismo que la financiación es un asunto mas que importante en todo éste proceso, y del mismo modo medidas en cuanto a tributación, ayudas, etc., sin olvidar la instalación de puntos de recarga rápida que no va precisamente a la velocidad deseada. En resumen Francisco J. Riberas decía que “situaciones extraordinarias como la actual, requieren de medidas extraordinarias para no perder competitividad y empleo.
Recordemos que España es el 2do fabricante de vehículos de Europa, por lo que se juega muchísimo en todo ésto. Y ya lo mencionaba antes, la industria automotriz local representa el 10% del PIB y 2 millones de empleos distribuidos en muchísimas ciudades y pueblos de España.. un dato muy relevante. Tanto como la incertidumbre que se cierne sobre todo el mundo del automóvil ahora mismo. Porque cada vez el euros tiene menos poder de compra respecto a sí mismo, y peor aun respecto al dólar. Además tenemos los combustibles en valores nada “amigables” (por decirlo de algún modo), y disparados los precios de los coches por los mas vas diversos motivos, con lo que cada vez se alejan mas del bolsillo de cientos de miles de ciudadanos, al punto de que cada vez cobra mas fuerza la idea de que el camino a transitar es el de cobrar por el uso y no por la compra del coche.
Porque ojo, no hay que engañarse, respecto al coche eléctrico, como ha ocurrido con los smartphones, las tabletas y tantos otros productos innovadores o revolucionarios, una cosa es vender, y otra reponer. Además en la punta de lanza que va abriendo el mercado, invariablemente están las personas de mayor poder adquisitivo, y los que por uno u otro motivo no pueden dilatar la compra, pero el mercado madura y la reposición habrá que ver cómo se produce, ya que los vehículos con motor de combustión, tiene un desgaste muy diferente al eléctrico, lo que nos adentra en un nuevo mundo.
Y hablando de mundo, si algo nos faltaba en Europa, con la prohibición dentro de algunos años, de los motores que utilizan combustibles fósiles, hemos aumentado nuestra dependencia de proveedores como China, de una forma preocupante, en la que ya se está viendo que marcas de toda la vida, lo tienen cada día mas difícil para sobrevivir, porque la competencia está aumentando muchísimo, con el agravante de que el gigante Chino ahora mismo está entrando en todos los mercados, y con costes de fabricación inferiores a los europeos, por lo que la batalla será encarnizada. Lo preocupant es que ya la hemos perdido antes en infinidad de productos con los que hemos pretendido competir.
Y reitero algo que dije en otras ocasiones, no estoy en contra de eliminar los motores de combustión interna, y tampoco del vehículo eléctrico, como lo comento en el episodio N.º 151 de Bitácora Mental, llamado COCHE ELÉCTRICO Y LA RUINA, pero me temo que por lo que expreso allí, y lo que vengo comentando hoy, mucho tendrán que cambiar las cosas para sobrevivir a la invasión tecnológica en la que estamos inmersos, y muy a la altura tendrán que estar los políticos a nivel europeo y local, para que dentro de muy poco tiempo, las decisiones que se han tomado, no desemboquen en una nueva realidad que ya se está fraguando, y que de hacerlo mal, podría perfectamente convertir nuestro parque automotor en una recreación de esas películas en las que aparecen escenas rodadas en cuba, donde coches con más de 50 años siguen recorriendo las calles, porque son muy pocos los privilegiados que pueden acceder a uno nuevo.
Nos jugamos un ciclo económico en el que de fabricantes de coches, y desarrolladores de tecnologías, podríamos quedarnos en consumidores a secas, y de los menos pudientes, porque en un mundo de conquistadores, quien toma malas decisiones o se despista, termina conquistado, porque hoy las guerras son estratégicas y económicas.
Así que, si te interesa comprar un vehículo nuevo, o usado, no importa los años que tenga, la cosa no está nada fácil, y conviene meditar muy bien la inversión, porque como dijo Mafalda -observando la conducta de aquellas personas de las que dependía- “a veces me pregunto si estoy realmente en buenas manos”. Pero tranquilo, tranquila, porque ya se sabe, para todo en la vida, “el que busca, encuentra”.
Música de intro y outro by Oleksii Kaplunskyi from Pixabay – https://pixabay.com/th/music/-corpora… (sin derechos de autor y de libre uso personal y comercial, sin necesidad de atribución).
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