Hoy te quiero hablar sobre el uso responsable del móvil, porque no hay día en que a través de algún medio de comunicación, no se informe sobre la tragedia de turno, en la que directamente está implicado un teléfono celular.
Pero hablar de móvil e internet es hablar también de redes sociales, y antes de entrar en tema, quería aprovechar para recomendar un audio que escuché ayer en el podcast MI OPINIÓN NO DEMANDANDA, cuyo autor es Josevi Baeza, Psicólogo, y en el episodio titulado “El estrés del creador de contenido, y los peligros de las redes sociales”, en poco más de 12 minutos nos cuenta cosas interesantes, incluso sobre su propia experiencia en el uso de la plataforma Tik Tok. Así que en las notas del programa, voy a dejar un enlace a ese audio por si te interesa escucharlo, ya que está directamente relacionado con lo que voy a comentar a continuación.
Bien… dicho ésto, vuelvo sobre lo que decía hace un momento, el papel del móvil en demasiadas desgracias, y por las dudas de que alguien pudiera malinterpretar mi posición respecto al uso cotidiano de éste tipo de tecnología, aprovecho para dejar meridianamente claro, que no tengo absolutamente nada, en contra esos dispositivos, aunque no así… respecto de algunas de las personas que los utilizan de forma irresponsable, porque en muchos casos la negligencia sobrepasa el ámbito personal, involucrando, -pero sobre todo afectando- a terceras personas.
Y para hablar de algo concreto, quería comentar lo último que estuve leyendo sobre un episodio lamentable del tipo que nos ocupa. Se trata del fallecimiento de un chico de apenas 22 años, al haber intentado hacerse un selfie, al lado de un helicóptero en el que viajaba, y del que acababa de bajarse. Creo que no es necesario emplear las palabras de un titular vendedor para explicar de las circunstancias del accidente del que estamos hablando, ya que todos sabemos que una aeronave de éste tipo no apaga sus motores de forma inmediata, ni tampoco quiero agregar morbo comentando otros detalles de la escena que incluía a familiares. Por lo que voy a omitir la desgraciada forma en la que perdió la vida, para centrarme en el hecho de que más allá de que haya sido una fatalidad, con las precauciones del caso, habría sido perfectamente evitable.
Y lo mismo hubiera aplicado para infinidad de hechos de los mas diversos, porque llevamos años leyendo o viendo accidentes mortales de todo tipo. Personas que han perdido la vida emitiendo vídeo en directo mientras conducían, o también como pasajeros tomando riesgos más allá de todo lo razonable. Pero también hemos conocido finales trágicos de selfies en las altura, en lugares de costa, y cientos y cientos de sitios y situaciones de las mas diversas, en las que el afán de capturar o emitir ese momento, ha terminado con la vida del streamer, influencer, o también mas de una persona “normal”, que pretendía generar ese contenido para compartirlo de la forma que fuera.
Parece bastante claro que todo éste tipo de situaciones, tienen sobre todo protagonistas jóvenes, aunque la edad no es sinónimo de sentido común, consciencia o responsabilidad a la hora de tomar ciertas decisiones. Pero parece indiscutible el hecho de que se aprecia una necesidad a veces enfermiza,- a nivel de ciertos grupos de personas-, respecto al hecho de tener una exposición mediática superlativa, incluso en casos en los que de ella no depende un trabajo o una fuente de ingresos, sino mas bien, resulta una especie de manantial prefabricado, para intentar saciar una insaciable necesidad de pertenecer, agradar, encajar y tantos otras cuestiones inherentes a la actitud y condición humana, en su búsqueda permanente de la felicidad desde el exterior, en forma de aprobación, admiración, o porqué no también y de última… envidia, porque el fin justifica los medios.
Obviamente éste episodio de podcast poco puede hacer para cambiar algo… porque entre otras cosas, quien se expresa en éste momento no cuenta con una audiencia cuyo tamaño sea capaz de hacer viajar lejos el mensaje. Y además dentro de ella los jóvenes son el grupo menor dentro de las estadísticas de Bitácora Mental. Pero están los oyentes de mas edad que son la mayoría, que seguramente son padres, madres… y al mismo tiempo existen muchos podcasters, y también personas “de a pie”, que pueden replicar la esencia del mensaje, con su propia voz, y medios.
Por eso, me quedaría mas que satisfecho si aunque solo uno de ellos escuchara éste audio, y para sí mismo, o transmitiendo la información, llegara a la persona indicada, y la próxima vez que ese “alguien” se dispusiera a hacerse un selfie, o tuviera la intención de compartir algún contenido de la forma que fuera, se pusiera a pensar un segundo “qué tiene para ganar, y que tienen para perder”, en el momento de hacerlo. Qué riesgos está corriendo, y si vale la pena ese metro extra mas cerca del peligro, porque ya sabemos del impacto que provoca el vídeo, o una buena foto. Todos tenemos claro aquello de que “una imagen vale mas que mil palabras”, pero nunca… mas que tu propia vida.
Enlace al episodio mencionado en el audio: https://anchor.fm/josevibaeza/episode…
Música del episodio: Oleksii Kaplunskyi from Pixabay – https://pixabay.com/th/music/-corpora… (sin derechos de autor y de libre uso personal y comercial, sin necesidad de atribución).
Mas sobre Carlos Vittese en: https://beacons.ai/vitteseonline
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